Ser Artista, es servir de canal para manifestaciones de orden superior, inherentes e intrínsecas al Arte.
Experimentación y observación, junto con el ejercicio de la atención, profundizan el trabajo.
El Ejercicio Artístico, o sea, practicar y ejercitar el Arte, puede contribuir a crear un centro de gravedad interior, y este es fundamental para no estar a merced de los impulsos e influencias externas.
El camino del Arte posibilita la búsqueda de la esencia.
En el ejercicio del Arte, como ejercicio de creación, es la búsqueda del Creador y el camino del encuentro Él.
Los colores son alimento, porque vienen con las impresiones visuales.
Las formas son vehículos de transporte inter-dimensional, ancladas en el presente.
Las texturas, estructuras y los aspectos tridimensionales resultantes en las obras, funcionan de interlocutores y crean el “cuerpo-obra” impulsando al diálogo con el observador.
La percepción sensorial de los colores, puede producir sabores en la boca.
La superposición de camadas de papel en los Collages, funciona como parches sobre un epitelio que el tiempo ha curtido y marcado. La aplicación de color sobre los mismos, los une y los liberta, los sana.
El movimiento físico resultante de la acción, ancla el cuerpo físico en el tiempo presente. Por eso, es a través de mi cuerpo, que sirve de vehículo y de canal, que el presente se plasma en la obra.
El tiempo impide percibir que todo está inter-conectado.
Cuando los límites dejan de ser límites, todo se integra y se compone en una totalidad.
La certeza de la existencia de cosas que no se pueden ver y que están más allá de la realidad perceptible a nuestros cinco sentidos, impulsa mi búsqueda y me inspira desde mi infancia.
Solamente al reconocer y estar consciente de los límites objetivos y subjetivos, concretos y abstractos, se crea la posibilidad de trascenderlos, y de hacerlos desaparecer.
Reconocer y darse cuenta de que todo es efímero, es muy difícil, y esto dificulta distinguir lo real y esencial, de las apariencias y de la ilusión.
Tener en cuenta la existencia de Dios, determina otra forma de actuar y de vivir, independientemente de la Religión que sea.
No hay conciencia sin despertar, y para despertar hay que darse cuenta de que estamos dormidos.
El autoconocimiento posibilita el crecimiento espiritual.
Cuanto más impersonal, más cercano a la esencia.
Las emociones y los pensamientos oscilan entre el pasado y el futuro. El cuerpo es el único que está en el presente, y las sensaciones corporales experimentadas en el cuerpo se encuentran en el presente. Para percibirlo, hay que despertarlo.
No hay discernimiento sin inteligencia emocional.
Sin esfuerzos no se alcanzan resultados.
Siempre estoy perdido cuando me encuentro.
Experimenté como violencia el hecho de tener que pedir permiso para poder vivir en un país. Ser considerado extranjero, presupone desigualdad de derechos como ser humano.